Todos nuestros recuerdos narra sobre la vida de Anna Campbell, una joven que no ha tenido la mejor infancia y adolescencia para una chica de su edad. Con dos trabajos a las espaldas para poder terminar sus estudios y así dejar atrás su antigua vida, Anna intenta alejarse de todas las personas que aprecia para no perderlas después, porque ella sabe que tarde o temprano lo harán cuando sepan el gran secreto que lleva guardando durante años. Algo muy importante es que ella jamás habla de su familia, en concreto de su madre, intenta evitar ese tipo de preguntas para que no tenga que dar ningún tipo de explicación al respecto. Pero el azar, o el destino, hará que su camino se cruce con el de una persona que será muy importante para ella en el futuro.
Gabe es un chico que pertenece a una exclusiva fraternidad y tiene una familia numerosa, perfecta y cariñosa. Además es el mejor de la clase, muy guapo e impecable en todo lo que hace. Se podría decir que es de alguna manera la antítesis de nuestra protagonista. Aún así, la conexión entre ambos es más que evidente desde el primer momento y más cuando un proyecto para una asignatura les va a unir aún más y de tal manera que no podrán volver a estar el uno sin el otro. Ambos parecen comprenderse y se hacen reír continuamente, pero si Gabe llegara a descubrir la verdadera razón por la que Anna regresa todas las noches a un apartamento fúnebre y solitario podría ser el final de su amistad.