"Posibles spoilers de los libros anteriores"
La maldición de Excalibur finaliza con la vida de la reina Ginebra, que tras los últimos acontecimientos vividos y por el bienestar del Reino de Camelot, decide viajar hacia el norte en dirección a la Reina Oscura para alejar a los ciudadanos del peligro inminente de la magia oscura, aunque eso suponga caer en manos enemigas y terminar secuestrada por Morgana, la madre de Modred. Nuestra protagonista se encuentra sola ante el peligro, ya que al haber realizado un hechizo y crear una barrera mágica para proteger el reino, cualquiera que quiera salir en su búsqueda para rescatarla será misión imposible, sobre todo para Lancelot, su fiel caballero. Ni siquiera el Rey Arturo podrá ayudarla ya que ha sido atraído por falsas promesas y se encuentra lejos del reino y de su reina.
Algo nuevo y oscuro está despertando en el interior de Ginebra, y la necesidad de saber quien es en realidad y de donde viene cada vez son más fuertes y tarde o temprano va a terminar descontrolándose, consiguiendo que ella misma se dé cuenta de que el verdadero peligro reside en su interior. Por eso, está decidida a luchar con todas sus fuerzas para descubrir qué secretos esconde su mente y desentrañar la verdad sobre su verdadero pasado, con o sin la ayuda del mago Merlín, y si para ello tiene que unir fuerzas con el enemigo no le temblará el pulso a la hora de hacerlo. Por lo tanto, nuestra protagonista tendrá que escoger entre cometer un crimen terrible o ayudar a impedir una guerra, aunque eso suponga sacrificar su cuerpo y alma con tal de corregir las cosas que estuvieron mal desde el principio.