Todo lo que sé sobre el amor narra la historia de Dolly Alderton a lo largo de su etapa de los locos veinte a los treinta años. Nos va contando sus aventuras en la adolescencia, que por diversos motivos fue marcada por ciertos cambios de residencia y que echaron por tierra todo lo que tenía planeado desde un principio. Pero hubo una cosa que fue su salvación y la puerta al paraíso llamado Internet. Aunque nuestra protagonista viviera en mordor, tenía bastante entretenimiento con este maravilloso descubrimiento, sobre todo en el momento que nace el Messenger, una puerta abierta para conocer chicos con los que hablar y ligar en aquella época. Dolly ha pasado por muchos cambios bruscos, de estar estudiando en un internado a pasar a la universidad le dio la oportunidad de asistir a fiestas con muchos hombres y litros de alcohol.
En la época de estudiante de Dolly, tuvo bastantes desfases y descontroles, por lo que preocupaban bastante a sus amigas, pero todo lo que empieza, de una manera u otra acaba y da paso al mundo laboral. Para nuestra protagonista esta etapa la obligaba a dejar atrás un comportamiento descontrolado y sin rumbo para centrarse en la profesión y empezar a valerse por sí misma. En el tema amoroso, en la etapa adulta pasó de los rollos de una noche a los novios formales, sobre todo cuando sus amigas se emparejaban y Dolly se quedaba sin compañía con la que salir de juerga y desfase. Pero todo lo que ha aprendido nuestra protagonista y lo que más valora es la amistad, que por muchos altibajos que haya, miles de enfados y malentendidos y muchos kilómetros de por medio, es una unión imposible de romper y que va fortaleciéndose con el paso de los años.
Tras ver incontables veces este libro por redes sociales, me entró verdadera curiosidad saber porqué tanto boom con esta historia. Y aunque he ido con bastantes expectativas me ha resultado un libro entretenido, gracioso y duro al mismo tiempo. Trata temas actuales donde podemos llegar a vernos reflejadas con la protagonista, ya que cuenta sus vivencias personales a lo largo de sus veinte años hasta los treinta. Lo que me ha gustado de este libro es que cuenta tanto lo bueno como lo malo, ya que la vida es así, con sus subidas y bajadas, sus momentos más felices y los más tristes, y es por eso que he llegado a tener el corazón encogido en ciertos capítulos. No es la mejor historia escrita, pero de las pequeñas imperfecciones hacen que sea un libro único.
La historia narra sobre la vida de Dolly Alderton en su etapa de los veinte a los treinta años. Nos va contando los cambios tan bruscos que tuvo, desde su estancia en un internado a entrar en la universidad. Conocer el famoso y maravilloso Internet para poder contactar con chicos con los que ligar aunque ella viviera en las afueras. De la cantidad de fiestas a las que ha ido y las borracheras que ha tenido a lo largo de su etapa universitaria junto a sus amigas. De los cientos de rollos de una noche que tuvo y los novios formales una vez terminada esa etapa y comienzo de una nueva, la vida laboral. Pero sobre todo, a dar verdadero valor a la amistad y la verdadera familia, que a pesar de los obstáculos y kilómetros que haya entre dos personas, esa unión no se puede romper y va cambiando y fortaleciéndose con el paso de los años. La trama es entretenida desde el principio y su protagonista es muy vivaracha. Los personajes secundarios, algunos son más buenos que otros, y el transcurso de la historia te deja con muy buen sabor de boca a pesar de dejarte con el corazón encogido en ciertos capítulos.
Los personajes han sido muy variados. Tenemos a nuestra protagonista Dolly Alderton, una joven muy vivaracha y sin pelos en la lengua. Me ha resultado muy interesante que la protagonista tenga esta personalidad, que vaya sin titubeos y con la cabeza bien alta desde el principio. Aunque conlleve caerse más de una vez y llevarse muchas decepciones. Aún así, pocas veces he leído personajes así y me ha parecido muy acertado que la propia autora sea así, ya que le da un toque diferente a las historias que estamos acostumbrados a leer con protagonistas sin ninguna imperfección y que prefiere callarse las cosas y guardárselas dentro para que la bola se vaya haciendo más grande hasta que termine explotando.
También quiero hablaros de la mejor amiga de nuestra protagonista, Farly. Este personaje es completamente diferente a Dolly, y por eso creo que su amistad ha perdurado tanto con el paso del tiempo. Mientras una es una loca compulsiva sin desenfreno y sin filtros a la hora de decir las verdades a los demás, la otra es más calmada y sensata, por lo que la combinación de personalidades se complementa a la perfección. Son una balanza y un gran apoyo la una a la otra y se ve reflejada en la novela y en las buenas vibras que desprende este personaje hasta el final. Pero Farly también se ha equivocado, como todo el mundo en la vida, pero todo error conlleva una enseñanza y finalmente llega la madurez.
¡Hola!
ResponderEliminarHe visto este libro miles de veces en blogs y cuentas de bookstagram pero nunca me he animado con él. Aún así, lo que comentas me ha hecho replantearme esta lectura; quizá sí le dé una oportunidad. Una historia entretenida y amena con su toque emocional creo que nunca falla.
¡Gracias por la reseña, besos!