Una tarde de verano que parecía como otra cualquiera, estuve en muy buena compañía, porque con ella siempre lo ha sido ya que es una gran compañera de fatigas y alegrías desde hace ya muchísimo tiempo. Al principio no teníamos pensado ningún plan para pasar la tarde, pero yo como siempre, llevaba la cámara de fotos a mis espaldas. Hubo un momento en el que nos sentamos en un banco, charlamos, nos echamos unas risas, y recordamos un poco los viejos momentos que pasamos juntas, que no fueron pocos.
Al final terminamos en unos columpios como dos niñas pequeñas que quedan para salir a jugar, montarse en el tobogán y hacer castillos de arena con el rastrillo y la pala, mirar a otros niños hacer lo mismo que nosotras, ver que algunos se hacían daño y sus padres corrían a socorrerlos y a darle mimos y cariño para que el susto pasara, contemplar gran variedad de animales pasear alrededor del parque. Me habría encantado haber pasado esa pequeña etapa de niñez a tu lado, porque habría sido igual o incluso mejor que esta etapa de adolescencia y madurez.
Un texto muy bonito! Me parecen unas fotografías preciosas así como todo lo que expresas en este post, seguro que está orgullosa de tenerte como amiga. Un beso y gracias por pasarte, me gustaría seguirte porque veo que estás empezando pero no veo el botón de google friends conect, un beso
ResponderEliminarlilbourne.blogspot.com.es
Muchas gracias, me has alegrado el día con tu comentario y me anima muchísimo para seguir escribiendo y hacer fotos. Creo que ya me puedes seguir en Google+, un abrazo :3
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