Un monstruo viene a verme nos cuenta la historia de Conor O'Malley, un chico de 13 años que tiene que asumir muchas responsabilidades, demasiadas para una persona tan joven. Desde que sus padres se separaron hace ya varios años, y la grave enfermedad que padece su madre, se ha visto obligado a tomar el mando en las tareas de su hogar. Para nuestro protagonista no es una obligación que repercuta en su vida de forma negativa, ya que no ha necesitado a nadie más para cuidar de su madre, la casa y de sí mismo.
Pero ese no es el único problema que hay en la vida de Conor, ya que desde hace tiempo sufre acoso escolar en el colegio por parte de unos chicos que no tienen nada mejor que hacer que divertirse a costa de la infelicidad de los más débiles. Debido a estas escenas de bullying, Conor ha creado un mundo de de fantasía plagado de duendes, hadas y demás criaturas maravillosas, que consiguen que escape de su rutina e intente superar sus miedos. Pero a veces, todo eso no es suficiente al tener que lidiar y enfrentarse a su fría y calculadora abuela.
Si la vida de Conor O'Malley ya es difícil, a partir de este momento empezará a ser muy extraña, debido a un tejo, un viejo árbol que lleva en pie miles de años, y que él puede observar desde la ventana de su habitación. Hasta ahí todo normal, pero unos minutos después de la medianoche, se despertará y se encontrará con un monstruo a través del cristal. Pero no era lo que esperaba, el monstruo aterrador de la pesadilla que tiene casi todas las noches desde que su madre comenzó el duro tratamiento contra el cáncer.
Al llevarse esa pequeña desilusión no quiere saber nada de él, pero el Monstruo no se dará por vencido y vendrá cada noche para contarle tres historias, y a la cuarta noche, Conor deberá contarle una cuarta, la historia de la que tanto a huido nuestro protagonista, la verdad de su pesadilla. No entenderá la relación entre todas esas historias con lo que más ansía conseguir, poder curar a su madre, pero tarde o temprano entenderá y cobrará sentido todo lo que el Monstruo le ha estado mostrando, como lo ha preparado para lo que se avecina.
Tenía mucho miedo por como iba a estar de ánimos después de ver esta película, en resumidas cuentas, ojos hinchados y dolor de cabeza de tanto llorar. De verdad, hacía tiempo que una película no me transmitía tanta ternura y dolor al mismo tiempo. Es increíblemente fiel al libro y eso es lo que más me emociona, poder visionar en la gran pantalla las páginas del libro. Os recomiendo mucho que vayáis a verla al cine, porque no tiene ningún desperdicio, eso sí, llevaros paquetes de clinex, los necesitaréis.
La historia, para los que hayan leído el libro sabrán de que trata, ya que es muy fiel. Conor O'Malley es un chico con una gran cantidad de responsabilidades a sus espaldas a pesar de su corta edad, todo es debido a la enfermedad de su madre, por lo que él se ocupa de todo. Pero su vida no ha sido nada fácil debido a que sufre bullying en el colegio, pero a raíz de conocer al Monstruo que vive a lo lejos de su ventana, su vida comenzará a cambiar, se preparará para lo que está por venir, por muy difícil que sea. La relación que hay entre el Monstruo y Conor es admirable, pasan de ser desconocidos y a no aguantarse, a pasar ratos y contando historias juntos. El trabajo que desempeña el Monstruo es muy importante, más de lo que nuestro protagonista cree. El final de la historia, aunque sea predecible, es igual de dolorosa, y más aún si lo ves con tus propios ojos en una pantalla. Una adaptación increíble y grandiosa.
Sobre los personajes, quiero hablaros de su protagonista, Conor O'Malley, interpretado por Lewis MacDougall. El personaje revelación para mi, ya que la forma de actuar de Lewis me dejó de piedra, por el simple hecho de haber interpretado a Conor como yo me lo imaginaba. Por lo que estoy segura de que tiene un futuro brillante por delante en el cine. Después está la madre de Conor, interpretada por Felicity Jones. Aunque este personaje apenas tuviera protagonismo, en las escenas en las que aparece, me dejaba los pelos de punta, básicamente. La interpretación de la actriz con un personaje tan frágil y difícil como es la madre de Conor, es para quitarse el sombrero. Esta mujer no deja de sorprenderme, así que mis ganas por verla en otros papeles en la gran pantalla no paran de aumentar.
También quiero hablaros de El Monstruo, interpretado por Liam Neeson, poniéndole la voz del personaje. No puedo opinar sobre la actuación, ya que el actor no aparece en carne y hueso, pero la entonación y las voces que pone para darle vida al Monstruo es espléndido. Si con solo escuchar la voz ya se me pone la piel de gallina, no me puedo imaginar como será verlo en acción en futuros personajes. Y por último, quiero hablaros de la abuela de Conor, interpretada por Sigourney Weaver. Al igual que con la madre de Conor, este personaje también aparece poco, pero las pocas veces que aparece es increíble la actuación de la actriz. Como consigue que al principio no la soportemos, al igual que Conor, pero que al final nuestra opinión sobre ella cambie y veamos lo que ha estado escondiendo, el sufrimiento por su hija.
En conclusión, Un monstruo viene a verme es una adaptación demasiado fiel al libro, con unos personajes que se dejan la piel en la trama, con un montón de sentimiento y dolor. Con un final que, aunque sea muy predecible, es igual de doloroso y precioso al mismo tiempo con un mensaje que te deja reflexionando.
¿Qué os parece la historia de Conor O'Malley?
¿Pensáis que ha sido una adaptación bastante fiel al libro?
¡Nos leemos en los comentarios!
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