RESEÑA | EL CHICO QUE DIBUJABA CONSTELACIONES

El chico que dibujaba constelaciones narra la historia de Valentina, una joven que trabaja como ayudante y niñera en la casa de una familia adinerada en los años sesenta. A pesar de su juventud, nuestra protagonista necesita trabajar de lleno para mantener a su familia, por eso su vida es demasiado monótona. Su día a día se basa en atender a esta familia y quedar con sus amigas los domingos por la tarde, el único día que tiene libre para descansar. Pero su vida cambiará por completo el día que se cruce por casualidad, o por el destino, con un chico bastante interesante y apuesto.

Nuestro protagonista masculino se llama Gabriel y es un joven estudiante de literatura, su vida ha sido más fácil en comparación con la de Valentina, pero aún así es una persona humilde y con los pies en la tierra. Este chico insistirá de todas las maneras posibles para quedar con Valentina y conocerla mejor, ya que quedó prendado de ella al verla por primera vez. Pero eso no será lo único que haga, ya que intentará derribar cada uno de los miedos de nuestra protagonista para que consiga ser ella misma y empezar a vivir como se merece. Conforme va pasando el tiempo irán forjando una unión que será imposible de romper en pedazos, ya que su amor es tan real que hasta las estrellas quedan eclipsadas. Por lo tanto, juntos lucharán bastante duro para crear un futuro y luchar por cumplir todos sus sueños.

OPINIÓN PERSONAL :

Un tiempo atrás me introduje en la novela romántica y una de las mejores autoras de ese género es Alice Kellen. Y qué maravilla cuando empecé a leer sus libros, ya que no me esperaba tanto sentimiento como el que me encontré en "33 razones para volver a verte", el primer libro que leí de ella. Tanto me gustó que no dudé en seguir leyendo y disfrutando de su pluma hasta que me topé con esta novela. "El chico que dibujaba constelaciones" es una historia que rompió todos mis esquemas, me hizo sentir emoción y anhelo al mismo tiempo. Ha conseguido que me enorgullezca de cada progreso que hacía Valentina y de la ternura de Gabriel. Son de esas historias que te atrapan y no puedes salir de ella, y estarán por siempre en tu corazón.

La historia narra sobre la vida de Valentina, una joven que ha dedicado los últimos años de su vida a trabajar como ayudante y niñera en una casa de gente adinerada en los años sesenta. Pero con todo lo que tiene que trabajar, apenas tiene tiempo de dedicarlo para emprender, estudiar y valerse por sí misma. Pero tiene unas obligaciones y una vida tan monótona que se dedica de lleno a ello. En el momento en que se cruce con Gabriel, su vida cambiará por completo y le abrirá las puertas que ella siempre temió abrir, sus miedos irán desapareciendo gracias a él y al fin podrá pensar en un futuro para ellos. La trama es muy sencilla, pero muchas veces prefiero la sencillez a una historia enrevesada. Los personajes son demasiado tiernos y reales, tanto es así que he llegado a sentirme identificada con ellos. El desenlace es desolador y precioso al mismo tiempo. Es una novela que te enseña la vida misma.

Los personajes me han dado un golpe de realidad que a veces vienen para darnos cuenta de los pequeños detalles. Tenemos a nuestra protagonista femenina Valentina, un personaje muy dulce y risueña, aunque también torpe y asustadiza. Su vida no ha sido del todo fácil, por eso le teme tanto vivir. Es por eso que prefiere no salir de su zona de confort. Aún así, Valentina evoluciona y crece mucho en muy poco tiempo. Empieza a darse cuenta de las grandes capacidades que tiene de comerse el mundo y yo no he podido disfrutar más.

Y el protagonista masculino es Gabriel, un chico atento y seductor. Siempre termina consiguiendo todo lo que se propone, nunca se conforma con poco y quiere más, mucho más. La verdad es que su personalidad me parecía tan liberal a pesar de la época en la que le tocó vivir como son los años sesenta, que disfruté mucho su trayectoria. Al igual que con Valentina, Gabriel mejora con el paso del tiempo, y es inevitable no tener cariño y afecto por él, porque realmente te toca el corazón con sus palabras y sus actos de amor.

La pluma de Alice Kellen me ha roto y enamorado en partes iguales. El hecho de conocer el inicio de la idea de esta novela me enterneció antes incluso de leer el primer capítulo. Tiene una narrativa exquisita y cada vez estoy más encantada a la hora de leer una historia suya. Sin lugar a dudas Alice consigue hacerte sentir de mil maneras posibles, disfrutar de lleno con sus historias y romperte y enamorarte de sus personajes. Puedo decir y bien alto que ella es una de mis autoras favoritas de romántica.

En conclusión, El chico que dibujaba constelaciones, escrito por Alice Kellen. Esta historia la pintaban tan bien que no me pude resistir a leerla cuanto antes. Y menuda manera de disfrutar de una trama tan real como la vida misma, con unos personajes tan humanos como Gabriel y Valentina que es imposible no sentirte identificado en algún detalle con ellos, con un trasfondo en la historia que te hace temblar de la emoción, y un desenlace un poco agridulce pero que guardarás con mucho cariño para siempre en tu corazón.

¿Que os parecen las historias de Alice Kellen?

¿Vosotros también caéis rendidos ante sus personajes?

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