RESEÑA | EL NIÑO CON EL PIJAMA DE RAYAS

El niño con el pijama de rayas narra la historia de Bruno, un niño de nueve años que vive junto a sus padres y su hermana mayor Gretel en Berlín, en una casa inmensa y preciosa y que aún le quedan muchos rincones por descubrir. Pero un día, al volver del colegio se encontrará con María, la criada de la familia, revolviendo sus cosas y preparándolo todo en las maletas. Nuestro protagonista no entiende lo que está pasando pero muy pronto descubrirá que se marchan a otra casa con un hombre muy extraño. Debido al trabajo de su padre, comandante de El Furias, manda a su familia a aquel lugar, justo al lado del campo de concentración. Todo esto será muy raro para Bruno ya que desconoce el Holocausto Judío y todo lo que eso conlleva, y mucho menos lo que les ocurre a todas aquellas personas que ve más allá de la Alambrada desde su nuevo cuarto.

Pero un día, y tras aburrirse dentro de la mansión, a Bruno le dará por volver a explorar aquel lugar desconocido para él. Lo que encontrará será un niño de su edad al otro lado llamado Shmuel y con una vestimenta un tanto rara para su edad y que nuestro protagonista no logra comprender al principio. Aún así, y a pesar de que aquel niño asustado le pide que se aleje, Bruno no quiere dejar escapar la oportunidad de tener un nuevo amigo con el que charlar y compartir aventuras, por lo que finalmente su amistad irá creciendo poco a poco hasta convertirse en inseparables, a pesar de las circunstancias en las que se encuentra el pequeño Shmuel. Aunque Bruno desconoce que su gran amigo es hijo de un judío preso por el Holocausto, y lo que está a punto de llevarse a cabo, ellos no se separarán, cueste lo que cueste.

OPINIÓN PERSONAL :

Hacía tantos años que me habían hablado de esta historia tan dura que no sabía si estaría preparada para lo que se me venía encima. Y efectivamente, ha sido desgarrador y muy triste al mismo tiempo. El simple hecho de pensar que los sucesos que ocurren en la trama han sucedido en la realidad, se me hiela la sangre y me rompe el alma en mil pedazos. Aunque me esperaba un poco más del libro, con la película, al ser mucho más dinámica, me impactó el triple. Aún así, este libro tiene que leerlo todo el mundo, ya que te enseña valores y la desgracia que muchos han tenido que pasar por su raza y/o creencias.

La historia narra sobre la vida del pequeño Bruno, que junto a su familia viven en una gran casa en Berlín. Podría decirse que su vida es perfecta, con grandes lujos, proveniente de una familia de renombre y con unos grandes amigos. Pero todo cambia sin previo aviso cuando encuentra a María, la criada de la familia, preparando sus maletas. Su padre al ser el comandante de El Furias, tiene que trasladarse de lugar y se lleva a su familia con él para vivir al lado de un campo de concentración. Para nuestro protagonista todo será muy extraño, ya que no tendrá amigos con los que jugar, hasta que un día decide salir a explorar. Y casualidades de la vida, se encontrará con otro niño de su edad llamado Shmuel. Al principio no querrá que se acerque, pero la insistencia de Bruno hará que se forje una gran amistad. La trama es sencilla de leer, aunque al principio cuesta un poco pillar los nombres de todos los personajes que van apareciendo durante la trama. Pero una vez que ese detalle lo tienes controlado, lo demás es más fácil de entender a la primera. Los acontecimientos van aumentando la tensión del lector hasta tal punto que te deja el corazón en un puño. Y su desenlace, no podría ser más triste y desgarrador.

Los personajes han sido tan puros y reales que guardan un mensaje muy importante dentro la historia. Tenemos a nuestro protagonista Bruno. Un niño con ganas de vivir y jugar como los niños de su edad. No para de buscar problemas y aventurarse en lugares desconocidos para explorarlos. Aunque su incapacidad de entender ciertas cosas no le ha impedido hacer lo que cree correcto, y es un claro ejemplo de amigo de verdad, hasta el final. También podría decirse que es un personaje que desafía a todo aquel que se entromete o intenta hacer daño a las personas que le importan, y aunque sea pequeño, no se deja amedrentar.

Y el personaje de Shmuel. Me ha parecido lo más enternecedor de la historia. Aunque transmita tanta tristeza y desolación desde el principio, como si predijera que su tiempo se acaba y lo único que le queda es asumirlo y esperar a que llegue el momento. La vida no le ha tratado bien por su raza y creencias, por ser hijo de un preso judío, pero intenta llevarlo lo mejor que puede. Por eso mismo, su amistad con Bruno es un pequeño rayo de luz en su vida, la oportunidad de poder ser un niño sin miedos y preocupaciones, sin tener en la mente si mañana podrá llevarse algo de comida al estómago, o cuando podrá asearse y cambiarse de ropa después de semanas con la misma puesta. Es tan duro lo que un niño tan pequeño como él tiene que soportar, que no debería estar permitido, ya que es inhumano.

La pluma de John Boyne ha transmitido el dolor desgarrador que muchos han sufrido y no hace mucho tiempo. Este tipo de historias basado en hechos reales deberían leerlo todo el mundo, para que descubran el mensaje que esconde entre sus páginas, para así impedir que sucesos tan desagradables como los campos de concentración de presos judíos no vuelvan a ocurrir jamás. Es una novela dura de leer y no es para todo el mundo, ya que te hará pensar y reflexionar sobre todo el tema de los nazis y los judíos.

En conclusión, El niño con el pijama de rayas, escrito por John Boyne. Una historia de ficción bastante dura desde el principio. Aunque es previsible como va a terminar todo y por dónde nos está llevando el autor, el desenlace te sorprende y te rompe en mil pedazos. Es una historia desgarradora pero bajo mi punto de vista, le han faltado algunas cosas y otras me han chirriado un poco.

¿Qué os parecen las novelas basadas en hechos reales?

¿También os ha desgarrado el corazón esta historia?

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