lunes, 20 de agosto de 2018

PRAGA, REPÚBLICA CHECA 2018




¡Muy buenas mis pelorricens!

Vuelvo a las andadas con un nuevo post sobre el último viaje que he hecho, y esta vez bastante bien acompañada. Siete años después he vuelto a coger un avión y realmente no recordaba la sensación de adrenalina que sube por todo tu cuerpo, y la verdad es que ha sido un reencuentro bastante curioso. Y sí, sé que queréis que os hable del destino al que he tenido la suerte de visitar, y es nada más y nada menos que la ciudad de Praga, en la República Checa. ¿Es posible enamorarse de los monumentos y los colores de una ciudad? Sí, es completamente posible, y eso es lo que me ha pasado. Así que, que no os extrañe ver muchas fotos de edificios bonitos y coloridos.





La casa municipal de Praga, también es muy conocida por ser un auditorio y un punto de referencia para la ciudad. Es de arte modernista y se considera bastante importante en la historia arquitectónica y política de la República Checa. En la actualidad ya no se utiliza como auditorio, sino para fines representativos al estar situada en la Plaza de la República, junto a la Torre de la Pólvora. Esta torre es muy famosa por ser gótica, pero sobretodo por ser una de las puertas principales originales de la ciudad. Y al cruzar por ella te lleva a la Ciudad Vieja. Su nombre proviene del uso que le dieron a dicha torre, como almacenamiento de pólvora.







Como suele ocurrir en todos mis viajes, siempre me encuentro con varios monumentos en obras, y este es uno de ellos, El Reloj Astronómico de Praga. Dicho reloj es una completa atracción turísitica que atrae a mucha gente para observarla. Un dato curioso es que las dos veces que se paró el reloj, ocurrieron las mayores catástrofes de la ciudad, la primera un incendio y la segunda una grave inundación. La siguiente fotografía es La Iglesia de Nuestra Señora del Týn. Es un tanto peculiar ya que a primera vista no se ve entera, y es que el término "Týn" hace referencia a estar "acorralado" o "encerrado" al estar rodeada de edificios.








El Clementinum es un conjunto de edificios históricos de la ciudad. Desde fuera es preciosa como véis, pero por dentro debe de ser espectacular. Lo digo así porque he visto fotografías alucinantes de su interior. Es una biblioteca llena de estantes con libros de todo tipo, un lugar de ensueño para cualquier lector. No tuve la oportunidad de entrar ya que la entrada era bastante cara, pero si tengo la posibilidad de volver a Praga, será el primer sitio al que entre. La estatua que estáis viendo a continuación es un Monumento al Emperador Carlos IV, fundador de la Universidad de Praga. Está apoyado en un pedestal donde sobresale la figura, mide cuatro metros de altura y aparece con una corona en la cabeza.








El Puente de Carlos es el más viejo de Praga y atraviesa el Río Moldava de la Ciudad Vieja a la Ciudad Pequeña. Fue construido con arenisca de bohemia. Un dato muy significativo que nos contaron en el tour fue que Carlos IV asistió al asentamiento de la piedra fundamental, es decir, la primera piedra que pondrían al puente a las 5:31 horas del 9 de julio de 1357. Ese momento fue enunciado como 135797531, y conforma una secuencia capicúa de números impares ascendentes y descendentes que fue grabada en la torre de la Ciudad Vieja. Justo después la Catedral de San Vito. Por fuera podréis comprobar que tiene alguna similitud a Notre Dame y los turistas suelen llegar a confundirlas, pero esta catedral tiene su encanto en su interior. En la foto no se aprecia pero por dentro tenía una gran profundidad. 








La Torre de Petrin de Praga es una torre de observación y bastante característica por el gran parecido con la Torre Eiffel de París, aunque es mucho más baja. Tiene unas vistas increíbles que os muestro justo después y que merece mucho la pena subir. Aunque lo divertido es hacerlo a pie, ya que son 300 escalones para subir y otros 300 para bajar, por lo que te pondrás en forma muy rápido. Una vez arriba, puedes ver toda la ciudad con una tonalidad de colores increíbles y puedes captar con todo detalle cada monumento desde arriba. También se puede observar el Monte Petrin, uno de los jardines más animados y coloridos de la ciudad.




















También tuvimos las ganas y el coraje de subir a la Muralla de la ciudadela de Vysehrad. Mereció la pena con solo mostraros las instantáneas de las vistas. También quiero comentar que esta muralla parecía un laberinto, ya que no sabíamos por dónde salir ni entrar, ya que solamente tiene dos puertas, tanto de entrada como de salida.




La Estatua de Franz Kafka. Representa un traje vacío que porta a Kafka en sus hombros, de la misma manera en que los padres portan a sus hijos. Simboliza la dualidad de cada persona y la personalidad del escritor. El traje vacío es su padre, que fue sastre, y se puede suponer que el traje vacío es el alma humana y Kafka el ego, sentado encima y dándole órdenes. Si os fijáis bien, los pies de Kafka están dorados por la cantidad de personas que los han tocado a lo largo de los años, ya que dicen que da suerte en la vida. Pero si Franz Kafka no fue conocido hasta después de su muerte, ¿por qué la gente toca sus pies? Es todo un misterio, ya que el autor no tuvo una buena vida estando vivo, sino que se sentía desdichado y fuera de lugar, como un escarabajo. Kafka le entregó sus manuscritos a un amigo con la condición de que no los publicara, ya que si no fue reconocido en vida, no lo será cuando muera. Pero cómo habréis podido comprobar, su amigo los publicó igualmente, y a día de hoy sigue siendo famoso por sus obras.










Y esto es todo, sin duda Praga es una ciudad con mucho encanto y tiene una gran cantidad de monumentos preciosos. Por lo que os recomiendo mucho visitar al menos una vez en la vida. Puedes encontrar rinconcitos muy bonitos y coloridos y otras zonas más antiguas y con mucha historia detrás.


¿Cuál es vuestra parte favorita de la ciudad?
¿Hay alguna curiosidad que os haya parecido interesante?





¡Nos leemos en los comentarios!


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