"Posibles spoilers de los libros anteriores"
Aunque su vida sea un torbellino constante, lo cierto es que tiene demasiadas cosas en la cabeza que no la dejan avanzar. El señor Barver sigue dando más guerra que nunca con tal de hacer daño a su hijo Salvador y no parará hasta conseguir lo que quiere. Pero Candela no estará dispuesta a quedarse de brazos cruzados y dejar que un individuo de semejante calaña se salga con la suya. Pero eso no es todo, ya que el corazón de nuestra protagonista está en una gran encrucijada por todo lo acontecido recientemente, por lo que deberá resolverlo antes de que sea demasiado tarde y el corazón de más de una persona termine por romperse del todo.
Si os digo la verdad, tenía ganas de leer el último libro de esta pentalogía para cerrar esta etapa. Al principio fue una verdadera novedad la temática de estos libros, pero conforme han ido transcurriendo los libros y los meses de los chicos del calendario, se ha ido poco a poco mi interés por la trama de Candela Ríos y el proyecto que tiene entre manos. Más que nada por el "triángulo amoroso" que la autora decide forzar aunque todo el mundo sabe y verifica antes de leer el final con quién termina su protagonista. Por otro lado, la gran variedad de hombres que han ido apareciendo para concursar me han resultado diversos y con mucha personalidad, unos más que otros. Aún así, que una saga esté en un tira y afloja con los líos amorosos del personaje han hecho que el tema principal y que da nombre a la saga pierda protagonismo.
La historia finaliza con la vida de Candela Ríos, que tras la llegada del antepenúltimo mes del año, se está dando cuenta de que el proyecto de su vida, los chicos del calendario, está llegando a su fin y no puede evitar sentirse triste. Por otro lado, su vida en general no deja de ser un verdadero torbellino de emociones, pero intentará con la ayuda de las personas que la rodean y quieren a llevarlo lo mejor posible. Ya queda menos para que termine el concurso y con ello nuestra protagonista deberá escoger al ganador de este proyecto, pero sabiendo como es Candela, no sabrá a quién escoger hasta el último segundo. La trama es repetitiva, como los libros anteriores, aunque los últimos chicos del calendario son agradables y divertidos, me siguen pareciendo una mezcla de otros chicos del calendario. El tira y afloja de nuestra protagonista con Salvador y Víctor ha llegado hasta tal punto que me creaba aburrimiento y desinterés. Y el desenlace final, no podría ser más previsible. Tenía la esperanza de que la autora tuviera guardado un as bajo la manga, pero no fue así en absoluto. Y es una verdadera pena, ya que la historia de Los chicos del calendario empezó muy bien.
Sobre los personajes, no he sentido realmente que hayan tenido una evolución. Nuestra protagonista Candela sigue siendo la misma del principio, aunque conforme han ido transcurriendo los libros, su actitud y las decisiones que toma no me parecieron las acertadas, por lo que he ido cogiéndole manía poco a poco. Luego está Salvador, que como su nombre indica es el que se ha salvado un poco de esta criba y desinterés por mi parte. Me ha parecido un buen personaje, con sus más y sus menos, pero tiene tanto dolor acumulado en su interior que es difícil que sea él mismo desde el primer momento. Finalmente he comprendido muchos actos que lleva a cabo a lo largo de la trama, y me siento satisfecha con su trayectoria.
Luego está Víctor, que se ha coronado como el peor personaje de la saga. Pero no en el último libro, sino desde el primer momento en que aparece en escena. A muchos le habrán visto el atractivo a este personaje, pero a mi este chico no me dio buena vibra desde sus inicios. Y conforme ha ido pasando el tiempo se ha ido convirtiendo en un personaje demasiado tóxico bajo mi punto de vista y que espero no volver a encontrarme en mucho tiempo en algún libro. Y por último, quiero hablaros del señor Barver, el padre de Salvador. Aunque de señor no tiene mucho. Es un personaje de lo más repelente que va quitando la energía positiva a los demás. Aunque también debo decir que ha dado bastante juego en este último libro y ha hecho que el libro no sea tan tedioso de leer. Aún así, este tipo de individuo no debería de existir ni en las novelas ni en la vida real.
La pluma de la autora no me ha llegado a convencer con este final de saga. Y me da mucha pena porque el primer libro y la premisa de Los chicos del calendario pintaba muy bien. Por eso creo que la historia habría estado mucho mejor si no la hubiesen alargado tanto.
En conclusión, Los chicos del calendario: Noviembre y Diciembre, quinta y última parte de la pentalogía de "Los chicos del calendario" de Candela Ríos. Los dos últimos chicos del calendario no han estado del todo mal a mi parecer, lo que de verdad me ha chirriado y cansado del todo es el tira y afloja entre Candela, Salvador y Víctor. Ha llegado a un punto en el que la actitud de la protagonista me ha parecido demasiado fuera de lugar. Si antes la soportaba, con este libro se ha coronado como la peor protagonista hasta el momento y espero no encontrar más personajes como éste en el futuro. El final se veía venir, aunque hay un detalle que no me ha gustado nada y no comparto la decisión de Candela a la hora de elegir al chico del calendario. Aún así, ya puedo dar por finalizada esta historia que han alargado demasiado y se ha hecho demasiado pesada.
¿Qué os parece el final?
¿Os gusta la elección del chico del calendario?
¡Contadme en los comentarios!
¡Hola! A mí me gustó mucho la saga pero coincido contigo en lo de la elección del chico del calendario, yo tampoco estuve de acuerdo con ella. Un besote :)
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